SALOMÉ CAMPOS BEOTEGUI
Encontramos en el muro de Asier Romero Andoniegi, profesor de la Facultad de Educación de Bilbao toda esta información sobre ella.
Sin duda, una de las precursoras del trabajo artesanal en las conservas de pescado junto con sus hermanas Julia, Felicia y Eufemia. Además, fue la primera bermeotarra en dirigir una fábrica conservera en los años 20 del pasado siglo.
De gran personalidad, tenaz y defensora de las capacidades de las mujeres, una discusión en el puerto acerca de las diferencias en cuanto a las habilidades entre hombres y mujeres, le llevó a realizar una apuesta delante de varios arrantzales: el reto consistía en nadar desde el puerto de Bermeo hasta nuestra isla de Izaro.
Las risas de incredulidad y mofa se escucharon hasta en Mundaka.
Una mañana de septiembre, Salomé acompañada de varias personas en un pequeño txintxorro, se lanzó al agua en el puerto y comenzó a nadar en dirección a Izaro.
Dos duras millas por delante, que las cubrió con un enorme esfuerzo y carácter.
La apuesta la ganó, así como el respeto, reconocimiento y admiración en todo nuestro pueblo. La travesía que se realiza todos los años, recuerda y homenajea la gesta de esta bermeotarra.